HOTEL ESTACIÓN

HOTEL ESTACIÓN COMO PATRIMONIO ARQUITECTONICO
 Y CULTURAL DE BUENAVENTURA

Más que un hotel, es historia, cultura y unión, su belleza que destaca en el entorno tropical, emerge como testigo de lo que ha significado la condición portuaria de Buenaventura, en sus instalaciones se han escrito incontables líneas de las grandes páginas de la historia de lo que hoy en día es nuestra región.

Hotel Estación, Buenaventura.

El hotel estación nos ha deslumbrado desde siempre con su arquitectura Neoclásica, su resaltante estilo “institucional Republicano”. La instalación evoca las construcciones veraniegas de la Costa Azul y de la Costa Norte de África. Con sus columnas de remate estilo jónico y sus techos de adornos estilo barrocos, el hotel se posa frescamente en el clima tropical y a escasos pasos del paseo marítimo de la ciudad. 

Interior del Hotel Estación, Buenaventura.

Es importante que nosotros como ciudadanos seamos conscientes y tengamos conocimiento de sitios tan destacados durante años en nuestra ciudad como en este caso lo es el hotel estación. Más que un hotel es un lugar muy interesante con una historia enriquecedora y que a pesar de los altibajos que haya podido presentar internamente como también a nivel general por cuestiones de la ciudad, ha logrado mantenerse en pie y que hasta día de hoy se continúe hablando y visitando al mismo.

El hotel estación no solo era un lugar de alojamiento en sus comienzos, sino que también era considerado el epicentro de la actividad social en Buenaventura. Esto demuestra la gran influencia que ha tenido dicho hotel desde sus inicios hasta la fecha, no solo por la parte hotelera o turística, sino que evidentemente también por la comercial.

Hotel Estación, 1930, Buenaventura.

Poco se cuenta de que, en la década de 1960, el hotel se vio obligado a cerrar sus puertas debido a la disminución de la actividad en el puerto. Durante aproximadamente dos décadas, el edificio permaneció inactivo y en estado de deterioro. Sin embargo, en la década de 1980, el hotel fue recuperado y restaurado, volviendo a ser un importante centro hotelero en la ciudad y como se puede evidenciar esto no evitó que el hotel perdiera su influencia y renombre.

Fue diseñado y construido por el ingeniero colombiano Pablo Emilio Páez. El hotel fue inaugurado en 1925 y como se mencionó anteriormente, es un ejemplo de arquitectura neoclásica en la región. Aunque algunos resultados de búsqueda mencionan otros arquitectos, como Miguel Carrera y Enrique Zeizel, quienes trabajaron en la construcción del hotel en la década de 1940, se sabe que el diseño original del edificio fue obra de Páez.